Por lo que ya se perfila, en términos de asambleísmo republicano y de consensos,  los gobernadores  de la llamada Alianza federalista, van a salir de la cumbre de San Luis, sin poder doblar al Presidente  pues el habilidoso AMLO les cambió la jugada. Ellos planteaban  una reunión con solo diez  de ellos, y el Presidente meterá a los 32 jefes políticos  de los estados, lo cual cambia drásticamente la correlación de fuerzas. 

  AMLO contará con el respaldo de algunos gobernadores del PAN que se han replegado, y  diplomáticamente  le han dado la espalda a sus propios compañeros. Pero además, la mayoría de los gobernadores priistas,(salvo Coahuila y Colima) que siguen siendo  un buen número, están alineados con Palacio Nacional. Y por último, los gobernadores morenistas, que  obviamente  se alinean con su  Presidente.     

Bajo esta perspectiva, ya nos podemos imaginar cual será el resultado  de esta memorable reunión republicana: puede haber un nuevo pacto fiscal, sí, pero a la manera del Presidente AMLO.  

Especial atención sin duda merece, la próxima reunión del Presidente  de la república con los 32 gobernadores  en San  Luis  Potosí. Y aquí, hay que aclarar lo siguiente: los gobernadores de la famosa alianza federalista, son alrededor de diez, contra 22 jefes políticos  del resto de la república que hasta ahora no han manifestado una actitud beligerante. 

    Según se documenta en notas informativas, los de la Alianza son, los mandatarios de Aguascalientes, Jalisco, Coahuila, Michoacán, Durango, Nuevo León, Colima, Guanajuato y Tamaulipas. En términos de peso político, representan un 30 por ciento, en todo el país, contra lo que pueda decir la mayoría. Eso no quiere decir, desde luego que sus planteamientos  carezcan de importancia. Pero solo lo aclaramos para efectos de consenso.   

  De hecho, en esta alianza no figuran gobernadores panistas  como el de Querétaro Francisco Dominguez  Servien, o el de Chihuahua Javier Corral. 

  De hecho, ya desde  ahorita, algunos gobernadores como el morenista tabasqueño, Adán Augusto López, han advertido que no van a firmar el nuevo pacto fiscal, en  San Luis, en caso de que, éste afecte al desarrollo de su entidad federativa, que es la tierra  natal del Presidente AMLO. 

 Por ese  rumbo va la grilla  que se avecina en San Luis. Y  siguen sin abollarle la corona al jefe máximo de la 4T.

————-EL ITAIT, PRIMERO CHIMUELO, Y AHORA ARMA POLITICA- 

   Recientemente el ITAIT  cabecista embistió  al ayuntamiento de Maki Ortíz,  una alcaldesa  que en su momento fue beneficiada por  el sexenio calderonista, al igual que el diputado Arturo Soto. 

 Maki no es ninguna perita en dulce, y obviamente que arrastra fuertes saldos  de opacidad, especialmente en rubro de la comunicación social. Y eso se verá al final de su administración,  al menos que negocien  con la nueva correlación de fuerzas políticas, a partir de 2021.  Pero de eso nos encargaremos después.  

Ciertamente es deplorable  que en estos días, el famoso instituto vigilante de la transparencia tamaulipeca, se mueva solo por consigna. Pero  sobre esta dependencia estatal, y particularmente en relación con su pasado inmediato,  hay situaciones mucho  más graves que a continuación enumeramos:  

   El ITAIT, como todos sabemos  acaba de ser reestructurado en su burocracia. En enero de este mismo año, dejaron sus  oficinas y la jugosa nómina, tres personajes que cobraron durante  14 largos  años, estamos hablando de más de dos sexenios, o de tres ejercicios de poder. Estos funcionarios  jamás  vieron las irregularidades  cometidas por las empresas factureras  y todo lo que ya se conoce, en materia de escándalos administrativos  en Tamaulipas. 

   Por hacerse de la vista gorda, o sea  ser cómplices  de la corrupción y  del saqueo, estos  tres  burócratas fueron premiados  al dejar el ITAIT, con una nada despreciable bolsa  de dos millones, 43 mil 902 pesos, según  la información que en su momento se publicó sobre este  asunto.  Todo esto fue avalado por  el Congreso panista donde se supone que reside la soberanía popular. 

     Situaciones  de este tipo, dan al traste con la nueva cultura que se busca implantar, de la lucha anti corrupción, porque, no es posible que, funcionarios que son designados para evitar la sangría  al erario público,  terminen  convertidos en alcahuetes  de los grandes negocios sexenales. 

  Imagínese, 14 largos años cobrando compensaciones principescas, por servir como tapadera   del poder en turno. Y luego para ser despedidos como héroes del contubernio y de la confabulación. Se trata  de una vergonzante burla contra el pueblo tamaulipeco. 

 El ITAIT  de ahora, el que fue designado por el power  cabecista, le está despistando un poco más, porque si bien es cierto, está siendo utilizado para golpetear a sus adversarios políticos, como Maki, al menos está mostrando un poco los dientes. 

 Porque los otros que se fueron, de plano estaban chimuelos. Por carecer de dientes, tal vez lo como sucede con los lactantes, lo único que sabían hacer era succionar. 

   Aunque, al igual que sus antecesores, los que están actualmente en el ITAIT, cobran más por su silencio, y por mirar hacia otro lado, que por cumplir con su deber.  

  Así siguen las cosas, en este Tamaulipas nuestro.