PODER POLÍTICO…

Por: Ciriaco Navarrete Rodríguez.-

Entre los partidos políticos que habrán de participar en la próxima contienda electoral se encuentra el Partido Nueva Alianza (PANAL), cuya fortaleza se encuentra oculta, pero podría ser explosiva e imbatible, sobre todo en esta ocasión en que ya no tendrá el freno del Comité Nacional, habida cuenta de que perdió su registro ante el Instituto Nacional Electoral.

Por ese motivo, en Tamaulipas, va a participar como Partido Local, pero sin dejar de ser el poderoso brazo político de la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuya fuerza estructural se las bases constitutivas del sector social intelectual por antonomasia, de la sociedad tamaulipeca.

Por la misma razón se debe entender que el profesor José Rigoberto Guevara Vázquez, quien es el máximo líder del magisterio tamaulipeco, es también el mando político más elevado del PANAL, y por eso considero que, en la próxima justa electoral, seguramente dejará de estar oculta la fortaleza política del magisterio tamaulipeco.

Esta será la primera oportunidad para que el PANAL pueda competir libremente y con fuertes candidatas y candidatos, en la búsqueda de lograr importantes triunfos electorales tendientes a ganar importantes diputaciones locales mediante las cuales, sea posible promover e impulsar diversas iniciativas de ley, que contribuyan a fortalecer el estado de derecho del Estado de Tamaulipas.

Porque el magisterio cuenta con valiosos integrantes de ese gremio de intelectuales, que son capaces de trascender de la legislación meramente educativa, a toda la variedad de leyes y reglamentos constitutivos del Estado de Derecho derivado de la Constitución correspondiente al Estado de Tamaulipas, mismo que invariablemente se encuentra vinculado a la suprema ley de la Constitución General de la República Mexicana.

En todos los partidos políticos, se cuenta con grandes e importantes valores intelectuales, pero a fuerza de ser realistas, debo decir que lo único que les hace falta es el conocimiento pleno de los saberes verdaderos, sin embargo, debo insistir en los grandes potenciales académicos y políticos con los que cuenta el PANAL, los cuales, deben ser aprovechados, sobre todo ahora que ese partido ya no es propiedad convenenciera de la innombrable manipuladora chiapaneca.

Lo recomendable en materia electoral, es que el PANAL no haga ninguna coalición con ninguno de los demás partidos políticos, y aunque ninguno de esos institutos políticos pudiera ser despreciable, existe la inconveniencia de que se podría desaprovechar la fuerza electoral de las bases de los trabajadores de la educación, las cuales cuentan con sólidos vínculos afectivos, y sociales con sus exalumnos, y por supuesto, con las madres y os padres de familia que siempre están agradecidos con las labores pedagógicas y educativas con el magisterio de Tamaulipas.

Esos potenciales políticos y electorales, no se han tomado en debida cuenta, porque las intenciones electorales del pasado no estaban destinadas a reconocer y aprovechar la fortaleza intelectual y los saberes verdaderos del magisterio nacional, al contrario, a las y los educadores de México, siempre se les utilizó como simples “instrumentos electorales”.

Eso ha sucedido desde que, en el año de 1943, fue fundado en Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (ANTE), durante el Maximato político del General Lázaro Cárdenas del Río, quien había creado el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) el 30 de marzo de 1939, cancelando así la existencia del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que había sido fundado por el profesor y general Plutarco Elías Calles.

Vale decir que la Confederación de Trabajadores de México (CTM), igual que la Confederación Nacional Campesina (CNC), y la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), fueron organismos electorales, fundados antes del SNTE, gremio sindical que desde sus orígenes fue obligado a formar parte de los instrumentos electorales del PRM, que el 18 de octubre de 1941, cambió su denominación y dio origen al Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuya negra historia, no tiene nada de bondadosa para el pueblo mexicano, porque sólo le ha servido a las clases privilegiadas del país.

Por so mismo, el PRI no pude ser nieto del PNR, como lo aseguran los priistas, que ignoran el origen democrático de este último, y le atribuyen la democracia de la que carece el Partido supuestamente Revolucionario Institucional.

Lo cierto es que el PNR se sustentó su creación en ideal revolucionario maderista, el cual consiste en el modelo agrario de la pequeña y mediana propiedad de la tierra, tipo francés, el cual fue eminentemente democrático, y en cambio el PRI es producto de la ideología utópica eminentemente marxista, interpretada en el modelo agrario ejidal y comunal, con base en el cual fue redactada la Constitución regresiva de 1917, y para desgracia nuestra está en pleno vigor.

Esos son parte de los saberes verdaderos que todos los mexicanos deberíamos conocer, pero que desde hace un siglo nos los han sabido ocultar tras un negro manto de ficciones políticas y partidistas muy bien escondidas tras la bruma de una verborrea retórica desarrollada por los grandes tribunos que se han prestado a actuar como prodigiosos magos de la ficción política muy a la mexicana.

E´mail: [email protected]

Facebook: Ciriaco Navarrete Rodríguez